sábado, 17 de octubre de 2009

Gloria Trevi...En Monterrey



Perversamente…Gloria Trevi
Gloria Trevi llenó a su máxima capacidad la Arena Monterrey la noche del viernes en un concierto en donde destiló sensualidad a más no poder

Gloria Trevi volvió a cautivar a los regios.

La noche del viernes, “Como si fuera la primera vez”, Gloria Trevi se volvió a poner sus “Zapatos viejos” para ir con su “Doctor Psiquiatra” y hacer un “Recuento de los daños” para sacar en conclusión, en tan sólo “Cinco minutos”, que sigue estando en la Gloria con sus más de 15 mil fans que llenaron a su máxima capacidad la Arena Monterrey.
Indiscutiblemente como artista, Gloria Trevi está en su mejor momento; su voz, como siempre, en óptimas condiciones; su presencia física es simple y sencillamente espectacular y su show, de una estructura a todo lujo que no le pide nada a los que han traido artistas extranjeros a este país.
Con unas botas doradas de Louis Vuitton y ataviada en short dorados y blusa del mismo color, Gloria Trevi salió a enfrentarse a su público a las 21: 20 para transitar traviesamente por su pasado musical.
Ella estaba dispuesta a pasarla bien y pidió a su gente que “sacaran a la loca que llevan dentro” y se dispusieran a pasarla bien, por lo que seleccionó “Dr. Psiquiatra” para abrir su menú musical y dejar en claro a su público que sus sueños e ilusiones como artistas iniciaron aquí, en su Monterrey querido.
De una belleza salvaje que a veces caía caprichosamente en una sensualidad tierna y demoniaca, la Trevi advirtió que “todo esto comenzó aquí, en mi Monterrey, así es que vamos a pasarla bien esta noche, porque aquí nació mi ilusión de conquistar cada uno de sus corazones”, señaló mientras su magnífica orquesta ya empezaba a tocar los primeros acordes de “Pelo Suelto” para seguir con “La papa sin catsup” y “Los borregos”.
En este recuento de un pasado lleno de tormentas y sin sabores, pero también de ilusiones que la llevaron hasta el lugar que ahora está, llegó el turno a “¿Qué voy hacer sin él?” para caer en el éxtasis de “Tu ángel de la guarda”, donde Gloria se elevó del escenario para desde arriba darle más realce a este tema que para muchos es un himno musical.
10 músicos, 12 bailarines y toda una gama de colores en el escenario, crearon la magia perfecta para que la Trevi hiciera de su público un fiel cómplice a su propuesta musical; utilizó más de ocho cambios de vestuario a lo largo de las dos horas con 10 minutos que duró el show.
“Para mi no existe el pasado ni el presente. Yo creo en lo que vivo ahora, en este momento”, senteció para deslumbrar con su impactante fuerza interpretativa en “Con los ojos cerrados”, donde alabó la pasión y entrega de los regios, y elevó la osadía con la que la mujer se entrega a su hombre a ciegas.
Para cada canción, Gloria ejecutaba un cambio de ropa en el que a veces lucía angelical, otras divertidamente perversa y algunas otras tantas, incitaba a la lujuria, lujuria que su público estaba dispuesto a aceptar sin condición alguna en este peligroso juego de seducción entre artista-fan.
Y si de lujuria se trata, Gloria la supo llevar a su máxima expresión en su excelente y sensual interpretación de “Como si fuera la primera vez” en donde bajo la complicidad de un sax, ella ejecutó lo que resultó la pieza más deliciosa e impactante de la noche. Aquí, ataviada en un mini vestido blanco, Gloria se movía como una gacela en la silla que astutamente puso frente al público para desde ahí realizar los movimientos sexuales más atrevidos del recital.
Se sabía bella, enigmáticamente hermosa y tremendamente sexy, por ello, en ocasiones tomaba el escenario para contonearse como si estuviera en un certamen de belleza. Esto el público se lo premiaba con prolongadas ovaciones.
Y ella sabía el efecto que provocaba con su persona, porque cada cambio de vestuario era una invitación para que el público admirara cada vez más su bien torneado cuerpo, como lo hizo cuando interpretó “Lo que una chica por amor es capaz”.
Una que otra palabra altisonante salió de su boca, pero lo decía con tal gracia que esto pasó por alto para quienes llevaron a sus pequeños al concierto.
El tiempo se venía encima y por ende, los ánimos estaban a su punto, por ello, Gloria anunció que la siguiente canción “es para alguien especial, para una amiga que nunca nos abandona y siempre está ahí. Para una amiga que nos complace en todo, aunque muchas veces le pidamos que haga cosas malas”, explicó para atender con respeto a “El favor de la soledad”, pieza en la que las notas de esta canción fueron alcanzadas con verdadera maestría por la artista.
Después pidió que el público la cantara a cappella, petición que fue atendida por sus fieles seguidores.
Vinieron después “En medio de la tempestad”, “Una rosa blue”, el tema de “Mujeres asesinas 2”, “Psicofonía” y por supuesto, “Y todos me miran”.
Al filo de las 23:00 horas, Gloria lucía radiante, su semblante era de felicidad porque su público la colmó de halagos y mucho cariño y, para demostrarles que es una cantante agradecida, les regaló “Cinco minutos” más de su canto para después, perderse en la oscuridad del escenario y llegar a su camerino y caer rendida en los brazos de su prometido Armando, con la firme convicción de que había entregado algo más que el alma en el escenario.

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