Se desborda La Trevi en Guadalajara

Se desborda La Trevi en Guadalajara

Conquista la cantante con un recital lleno de sus mejores éxitos, cambios de vestuario y bailarines en escena.

Ni 5 minutos le hacen falta a la Trevi para que el público se le entregue sin el menor de los pudores. "Gloria, Gloria, Gloria" grita un Telmex lleno desde la segunda llamada, "Gloria, Gloria, Gloria", cuando las luces se apagan y un video proyectado sobre el escenario anticipa una celebración de dos décadas entre el éxito y el escándalo, "Gloria, Gloria, Gloria" suenan los alaridos cuando a los dos minutos de show ella grita, más que cantar: "Si me quieres pruébamelo, pero pruébamelo bien, porque yo soy diferente, soy original".
Una veintena de canciones, entre las nuevas de su reciente Una Rosa Blu que se debaten entre la parodia cosplay como "Psicofonía" -la Trevi usa peluca blanca- o pseudo religiosa con diablo travestido en tacones incluidos como en "Eres un Santo" que arrancan los gritos de un público que recorre el espectro de las edades y las preferencias sexuales y que se emociona con "El Favor de la Soledad" o "5 Minutos" que le sirve para regañar, en la recta final, a sus guitarristas "porque se sintieron aludidos".
Y las de antes que demuestran un pop trasgresor y abiertamente sexual como en "Doctor Psiquiatra", donde anuncia que "ultimadresmente esa gente que está allá en sus casas aburridas y amoladas, ya no me lastiman" y se dispone a pedir que ya no le miren más las piernas, no, no porque no está loca.
Pero aún así toma el micrófono como juguete sexual y al final una botella de agua desde su bajo vientre moja las primeras filas. "Ups, me mojé", casi susurra.
Y más. Un burdel de cinco bailarinas hacen un largo striptease en "Papa sin Catsup" o se viste de fantasía sexual infantil para que en "Los Borregos" ella como campesina inocente muestre calzones a unas corderitas que no dejan nada a la imaginación.
"Se ve, se siente, Gloria está presente" gritan entre canción y canción, mientras ella tira elegantes "netas" del estilo de: "raza, me partieron mi madre, pero sigo creyendo en el amor" antes de cantar "En medio de la Tempestad" que dedica a la mamá de los Fernández, doña Cuquita o "vale más un segundo intenso que una eternidad fría" como preámbulo a "Que Voy a Hacer Sin Él".
El público que tiene a 40 grados de temperatura el Telmex llega a opacarla totalmente cuando él solito se avienta con la piel chinita las estrofas polémicas del abandono, la posibilidad del aborto o el suicidio con aquello de "Si sabías que no ibas a amarme / qué ganabas con besarme" o "Que me siento tan sola / que casi juro que mi ángel me abandonó / que el sol se oculta para no ver mi dolor" o "Ahora soy / tu ángel de la guarda / la que fue tu fiel enamorada".
Al final, lo mismo agradece a la comunidad gay que a los niños, a pesar de lo subido de sus canciones o sus frases contra el desamor y acaba convirtiendo el recinto en "la disco más grande" con "Todos me Miran".
"No nos decimos adiós, sino hasta mañana" mientras canta esa balada esperanzadora y el público de pie sigue con su eterno "Gloria, Gloria, Gloria".
Una noche más de calor, sin lluvia y mucha temperatura, para la zona metropolitana, cortesía de Gloria "imbatible" Trevi.